Watchmen: el abismo desenmascarado
Fecha
2014-06-16Autor
Valecillos Villarreal, Hazael Ramón
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Mostrar el registro completo del ítemResumen
Con casi 200 años de antigüedad y una producción que abarca los más diversos temas y estilos, el cómic comienza a ser considerado seriamente fuera de su medio a partir de 1986. En ese año se publican Dark Knight Return de Frank Miller, Maus de Art Spiegelrnan y Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons ;este conjunto de obras ofrece elementos formales y temáticos tan distintos de lo que se había conocido hasta
ese momento que se les distingue con un término poco frecuente: novela gráfica. Dentro del medio, la ausencia de una definición clara y su extensión a obras de calidad muy inferior, pronto generan controversia y rechazo a esta etiqueta. No obstante, con la revisión cuidadosa a la historia del cómic, el análisis de la estructura espacio-temporal (cronotopo), así como de su intertextualidad, se puede establecer un criterio bastante preciso para clasificar a una obra como novela gráfica. A partir de estos presupuestos se ha tornado como objeto de estudio a Watchmen, pues además de ostentar desde su aparición ese título, posee una estructura compleja y supone un punto de quiebre con respecto al tratamiento de la figura central del cómic: el superhéroe. Siguiendo esta metodología, se ha establecido un panorama de la historia del arte secuencial, así como ubicado a Alan Moore y Dave Gibbons en tanto creadores en esa historia. Igualmente, se ha podido estudiar la articulación de tres cronotopos con características distintivas que configuran e/ complejo artefacto narrativo que es Watchmen, junto con una densa red de relaciones intertextuales que vinculan esta novela a la literatura, el cine, la música, entre otros. Finalmente, que la desconstrucción que opera Alan Moore del núcleo arquetipal del superhéroe desenmascara sus debilidades y contradicciones muestra tal cual es, un sujeto anómalo, un monstruo.