El estado post-colonial en la nueva sudáfrica (1994-2014)
Resumen
El presente trabajo tiene por objeto analizar el devenir socio histórico de Sudáfrica Finalizado el apartheid como sistema de opresión interno. Desde 1994 con el establecimiento del sistema democrático multirracial se inicia un nuevo momento en la historia sudafricana, marcado por un proceso transicional que ha buscado el desmonte del modelo de sujeción y supremacía impuesto por la minoría blanca a través de edificación de un andamiaje institucional que lo legitimó, que gobernó bajo la égida del Partido Nacional y las múltiples tendencias que de este surgieron. La puesta en marcha de una Constitución para el período de transición y el inicio de negociaciones formales orientadas a poner fin al sistema racial en el marco de la Convención para una Sudáfrica Democrática (CODESA) a finales de 1980 fue el rostro de las negociaciones iniciadas. Así, la liberación de aquellos que habían adversado a los gobiernos racistas junto a la legalización de los partidos de oposición fue determinante para encaminar las conversaciones que finalizarían en el llamado a elecciones generales en abril de 1994. Desde entonces, la institucionalidad que emergió ha estado orientada en profundizar el proceso de reconciliación nacional a través de tribunales como la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) sirviendo de instrumento a la hora de una justicia no punitiva, donde la finalidad se centró en enfrentar a las víctimas y los victimarios como vía hacia la conciliación. Al mismo tiempo, las reducciones de las desigualdades heredadas del esquema segregacionista han sido retos que ha enfrentado el Estado sudafricano, donde las políticas relacionadas con la igualdad de géneros, reformas agrarias, así como atender el sistema sanitario y lo que significa el avance del VHI/SIDA forma parte de los desafíos históricos de la nueva Sudáfrica. La pasividad de los sucesivos gobiernos en atender este conjunto de demandas ha hecho que se gesten duras críticas por cuanto el partido Congreso Nacional Africano (CNA) ha derivado en partido electoralista alejado del conjunto de la sociedad, dando pie para que se forje una crisis que puede condicionar el sistema democrático. The purpose of this paper is to analyze the socio-historical development of South Africa as an end to apartheid as a system of internal oppression. Since 1994, with the establishment of the multiracial democratic system, a new moment in South African history has begun, marked by a transitional process that has sought the dismantling of the model of subjection and supremacy imposed by the white minority through the construction of an institutional scaffolding that Legitimized, who ruled under the aegis of the National Party and the many tendencies that arose from it. The launching of a Transitional Constitution and the beginning of formal negotiations aimed at ending the racial system under the Convention for a Democratic South Africa (CODESA) in the late 1980s was the face of the negotiations begun. Thus, the liberation of those who had antagonized racist governments alongside the legalization of opposition parties was instrumental in leading the talks that would end in the call for general elections in April 1994.Since then, the institutionality that emerged has been oriented to deepen the process of national reconciliation through tribunals such as the Truth and Reconciliation Commission (TRC) serving as an instrument for non-punitive justice, where the purpose was centered In confronting victims and perpetrators as a way to conciliation. At the same time, the reductions in inequalities inherited from the segregationist scheme have been challenges faced by the South African state, where policies related to gender equality, agrarian reform, as well as addressing the health system and what the progress of VHI / AIDS is part of the historic challenges of the new South Africa. The passivity of successive governments in meeting this set of demands has led to harsh criticisms that the African National Congress (ANC) party has led to an electoral party that is far removed from society as a whole, giving rise to a crisis that can Condition the democratic system.