El ser humano hipermoderno entre la dimensión espacio-tiempo y la felicidad : una via a la procrasticacia como cultura de aprendizaje
Fecha
2021-02-18Autor
Ostoich Dávila, Grettel Jhoanna
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
el carácter de “humano” al trascender a sí mismo, yendo más allá de sí, adquiriendo sentido su vida cuando aquello que es valioso se hace cierto y evidente, dirigiéndose a lo valioso por su propia consciencia y siendo a través de esa consciencia sobre los hechos que se pueden observar transformaciones relevantes en su conducta.
Cada instante que vive el ser humano genera su propio tiempo y espacio, va creándolo de forma individual construyendo de esa manera su realidad y la historia de su vida.
El presente vivido ya no es el de una cultura única sino la conjunción de varias culturas que construyen también su realidad y el presente de toda la humanidad que forma diversas estructuras sociales con su pasado, historia e historicidad y de las que depende el futuro; solo cuando los actores de las sociedades adquieren consciencia se dan las verdaderas transformaciones sociales.
El hombre no es solo tiempo sino también espacio ya que puede ser y no estar y estar y no ser.
Hoy día así se está ante la presencia de un periodo de trasformación, construcción, y deconstrucción de nuevas subjetividades en la era del vació como señala Lipovetsky (2006): “La cultura hipermoderna se caracteriza por el debilitamiento del poder regulador de las instituciones colectivas y la atomización correspondiente de los actores ante las imposiciones de los grupos, sean familia, religión, los partidos políticos o las culturas de clase.
La teoría del panóptico planteado por este autor y basado en el concepto de panóptico de Bethman aplicado al control del comportamiento de los presos en las prisiones, cobra validez en la modernidad para la sociedad, una sociedad convertida en disciplinaria generalizadora de comportamientos típicos dentro de unos rangos considerados normales, que castiga las desviaciones y premia el buen comportamiento.
El ser humano en la modernidad gozaba de estabilidad ya que se apoyaba en las instituciones, de hecho, se institucionalizó la educación convirtiéndose en obligatoria, los hombres al trabajo en la búsqueda de estabilidad laboral, una vida consolidada, mirando al futuro con esperanza y viviendo de certezas del “es”.
Actualmente y de forma pisco-social se han transformado las instituciones tradicionales y los individuos viven diferentes en referencia al presente y el futuro; se viven tiempos de incertidumbre e inseguridad que produce en el ser humano pérdida de las dimensiones de profundidad del mismo, quien vive inmerso en ansiedad y angustia, con predisposición al hedonismo y con transformaciones que afectan la integralidad y existencia del sujeto.
La era digital ha cambiado las vidas de forma inesperada e inimaginable y ha traído consecuencias devastadoras en la psiquis, salud y conducta de los individuos, siendo la ciencia social la que precisamente intenta aplicar el método científico para que a través del conocimiento de las problemáticas sociales se dé la transformación de las cosas y/ o su visión y puede que a través de los hechos individuales se puedan encontrar pautas para hallar nuevas vías o frustras que ayuden a descubrir el devenir histórico de la sociedad; por ello es imprescindible navegar las aguas del conocimiento del ser y su comportamiento en la vida actual para entender no solo conductas sino la procedencia de las mismas y aportar cambios y transformaciones sociales positivos desde los espacios que correspondan a cada quien y cada cual.
En este mismo orden de ideas es necesario resaltar que dentro de todo este escenario hipermoderno las organizaciones cada día se ven obligadas a combatir ambientes dinámicos debiendo adaptarse a esas realidades para poder sobrevivir en el mercado y lograr de esa manera un diseño organizacional que realmente sea eficaz y eficiente.
Esas modificaciones se encuentran presentes en sus estructuras, tecnologías y como se señaló antes, en las personas que hacen vida dentro de ellas.
El estudio del comportamiento que tienen los individuos dentro de una entidad empresarial pública o privada es un desafío no tomado en cuenta tiempos atrás por los Directivos pero que hoy día constituye una de las tareas más importantes