Investigación sobre la crítica del sentimiento de lo sublime en la crítica de la facultad de juzgar
Resumen
Este trabajo está construido en tres capítulos. El primer capítulo es un extensa visión de la historia de la estética moderna del siglo XVIII, especialmente en Inglaterra y Alemania, así como un estudio de la evolución del pensamiento filosófico de Immanuel Kant, a través de una cuidadosa revisión de su vida y obra. En el segundo capítulo se esbozan los postulados fundamentales de la filosofía de Immanuel Kant, siempre en conexión con la facultad de juzgar, la cual se despliega en la Crítica de la Facultad de Juzgar, que completa su sistema crítico, lo que permite a Kant hallar el lugar propio para el sentimiento de placer y displacer y por tanto el lugar propio del arte. El filósofo de Konigsberg deslinda las esferas del conocer, el sentir y el desear, desplegadas en la Crítica de la Razón Pura, la Crítica de la Facultad de Juzgar y la Crítica de la Razón Práctica. Por último, se considera la delimitación del sentimiento de lo sublime en la Crítica de la Facultad de Juzgar, para lo cual se aborda el estudio, fundamentación y exposición trascendental de los juicios estéticos reflexionantes, ya que estos juicios constituyen el fundamento para la posibilidad y definición del sentimiento de lo sublime. Asimismo se muestran las diferencias y semejanzas entre el juicio de gusto que declara la belleza natural y artística, y el juicio estético nacido de un sentimiento del espíritu o juicio sobre lo sublime. Al realizar la exposición de lo sublime matemático y de lo sublime dinámico, encontramos que la relación más profunda entre ética y estética kantiana se produce en la Analítica de lo Sublime. Propiamente lo sublime no es la naturaleza, sino el yo y el yo en cuanto capaz de superar y de resistir a la sensibilidad y a la causalidad. Lo sublime es la libertad en el hombre, el homo noumenon frente al homo phaenomenon. El peso cae del lado de lo moral. Sin embargo, la naturaleza está enfrente, como aquello que ha de ser superado, y se puede decir que, tanto lo uno como lo otro, son indispensables para que se produzca el sentimiento de lo sublime.