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dc.contributor.authorOsuna Ceballos, Jesús Alfonso
dc.date.accessioned2019-04-12T14:01:31Z
dc.date.available2019-04-12T14:01:31Z
dc.date.issued2011-11-23
dc.identifier.issn1315-8449
dc.identifier.urihttp://bdigital2.ula.ve:8080/xmlui/654321/1457
dc.description.abstractLa infertilidad es la incapacidad de una pareja para concebir después de 12 meses de relaciones sexuales frecuentes y sin medidas anticonceptivas. Hay una apreciación general de que la infertilidad ha aumentado en las dos últimas décadas. La prevalencia de la infertilidad se estima a nivel mundial en 9,0% con rangos que oscilan entre 3,5 y 16,7% en países desarrollados y entre 6,9 y 9,3 por ciento en países menos desarrollados, con un valor promedio de 9,0% en todas las parejas, valores calculados tomando el lapso de 12 meses sin que ocurra un embarazo espontáneo (subfertilidad). La infertilidad es un problema de salud de la pareja y así debe ser estudiada y tratada. Se acepta que el varón y la hembra comparten las causas de la infertilidad en proporciones más o menos iguales (50/50). Los factores que afectan la infertilidad de la pareja son categorizados de acuerdo con el área sobre el cual ellos actúan en el sistema endocrino-reproductor del varón: en el hipotálamo (sistema nervioso central-SNC) y en la adenohipófisis (nivel central), o en el nivel periférico, en los testículos y vías seminales. Alteraciones en uno de estos niveles pueden manifestarse como trastornos funcionales o como enfermedad. La infertilidad guarda relación con otras variables que afectan la dinámica de la población, como la fecundidad y la mortalidad. El comportamiento de dichas variables es diferente en los países desarrollados comparados con los menos desarrollados y son analizadas en el contexto de la transición demográfica. Comentamos aspectos relacionados con variables demográficas de Venezuela y del mundo. La infertilidad en el varón puede ser causada por sustancias químicas vertidas en el medio ambiente, las cuales pueden actuar en el nivel central (hipotálamo-hipófisis) o en el nivel periférico (testículos). Algunas de estas sustancias actúan mimetizando la acción de las hormonas producidas por el testículo, o alterando su metabolismo y su mecanismo de acción; o por acción directa tóxica a nivel del hipotálamo, de la hipófisis o de los testículos. Estas sustancias se han denominado disruptores endocrinos. En estudios epidemiológicos se ha comprobado que los agroquímicos, entre ellos los plaguicidas, pueden actuar como disruptores endocrinos, alterando la función reproductiva del varón además de ocasionar daños al medio ambiente y a la biodiversidad. Sobre este tema comentamos resultados de trabajos experimentales realizados en el Centro de Microscopía Electrónica “Doctor Ernesto Palacios Prü” de la Universidad de Los Andes, y dos trabajos en los cuales se analizó la contaminación con agroquímicos de aguas superficiales y agua para el consumo humano en una región de los Andes Venezolanos; además presentamos información sobre lo observado en un grupo de obreros del campo expuestos directamente a organosfosforados y carbamatos. La intención de este trabajo es llamar la atención de los organismos gubernamentales responsables de las políticas y programas relacionados con el desarrollo de la agricultura en nuestro país y sobre el uso de agroquímicos sin controles adecuados. Además, considero que esta información puede ser útil para los médicos especialistas en Medicina de la Reproducción, advirtiéndolos sobre el posible efecto de los disruptores endocrinos como un factor que puede alterar la capacidad reproductiva del varón.en_US
dc.language.isoesen_US
dc.publisherAcademia de Méridaen_US
dc.subjectinfertilidaden_US
dc.subjectagroquímicosen_US
dc.subjectdisruptores endocrinosen_US
dc.titleINFERTILIDAD MASCULINA: ¿UN PROBLEMA DE SALUD EN EL SIGLO XXI?en_US
dc.typeArticleen_US


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