La reforma agraria en el asentamiento campesino Monterrey
Resumen
América Latina a través de su evolución histórica viene arrastrando problemas de orden estructural, cuyo núcleo central se fundamenta en la propiedad de la tierra y el control sobre los medios de producción. El problema Agrario se ha expresado a través de una absoluta monopolización de la tierra, el agua y los bosques como resultado de una estructura latifundista señorial sobre el colonato y la servidumbre durante varios siglos de dominación Ibérica. En este sistema se desarrolla la hacienda esclavista de plantación estructurada de acuerdo a las necesidades de exportación. Para corregir estos desequilibrios se ha implementado procesos de Reforma Agraria fundamentados en un cambio que genere un nuevo sistema de propiedad y que configure un nuevo sistema de empresa social, donde se le asigne al campesino el rango de una verdadera clase social con acceso a la propiedad, los ingresos y el poder político. A su vez este proceso de cambio debe articularse con la estrategia global de desarrollo, mediante la actividad agrícola que le permita a la masa campesina obtener mejores condiciones socioeconómicas y salir del estado de marginalidad en que se encuentran. Venezuela heredó desde la colonia un sistema de relaciones de producción sustentado en el dominio latifundista y de las grandes haciendas de plantación favoreciendo la concentración de la tierra en pocas manos. Los Repartos de Tierra, las Mercedes Reales y las Encomiendas, se constituyeron en instrumentos jurídicos para crear una Estructura Agraria semejante a la feudal. Hasta el año 1920 la economía Venezolana descanso fundamentalmente en el desarrollo de la ganadería y las plantaciones de café y cacao, el resultado de este sistema de producción se caracterizó por la férrea dominación, económica, social, política y hasta psicológica del campesino, haciéndolo un elemento marginado y discriminado bajo un tutelaje de explotación. A partir del año de 1920 la extracción del petróleo comenzó a generar cambios profundos en el desarrollo económico de Venezuela, apareciendo un nuevo problema Agrario fundamentado en los procesos de urbanización e industrialización, transformando radicalmente a sociedad Venezolana acompañada de la casi desaparición de la economía basada en la agricultura. La caída de Pérez Jiménez a comienzo del año 1958 dejó a un campesino conuquero, monocultivador y sin propiedad sobre la tierra constituyéndose estos en focos de tensión y efervescencia en el campo Venezolano razón por la cual el 05 de marzo de 1.960 se sanciona la Ley de Reforma Agraria constituyéndose en el instrumento jurídico que orienta la política Agraria del Estado. La evolución histórica que ha tenido la Reforma Agraria Venezolana la podemos dividir en tres etapas: la inicial comprendida entre los años 1960 y 1970 donde la acción del Estado se orientó a la compra de fincas privadas y a la dotación de tierras, caracterizada por el abandono y la baja producción donde el beneficiario y su familia no lograron un ingreso económico que les permitiera realmente mejorar sus condiciones de vida. Durante esta etapa el objetivo de la Reforma Agraria se centró en frenar la presión social de la masa campesina, asumiendo la tipología de una Reforma Agraria Convencional conformada por arreglos políticos lo cual en esencia no modifica la Estructura Agraria; Un segundo periodo o etapa intermedia que podemos ubicarla entre los años 1970 y 1980 donde se intentó retomar el objetivo de la Ley de Reforma Agraria orientándose a la acción institucional hacia la consolidación de los asentimientos campesinos, mediante la implementación de programas como el PRIDA y el programa de recuperación de áreas degradadas llevado a cabo por CONARE. La acción del Estado durante esta etapa se orienta a la entrega de tierra del Estado asumiendo una tipología de Reforma Agraria de colonización - parcelamiento; Un tercer periodo o etapa actual que la ubicamos a partir del año 1980 donde se da inicio la aplicación de políticas neoliberales impuestas por el BID y el FMI orientadas al desmantelamiento del aparato productivo, donde se comienza con la eliminación lenta del Instituto Agrario Nacional, la venta de los Silos de Adagro, la reestructuración del FONAIAP y el FCA, eliminación del BAP, eliminación de los subsidios a los fertilizantes y la eliminación de la cartera agrícola de la Banca Privada; en esta etapa actual la pequeña propiedad beneficiaria del proceso de Reforma Agraria tiene muy poca participación debido a que el Estado decidió apoyar a la agricultura Empresarial a la que financió abiertamente, asumiendo una tipología de Reforma Agraria Marginal o contrarreforma la cual se orienta fundamentalmente a la preservación de estructura latifundista. Bajo este enfoque general podemos afirmar que el Asentamiento Campesino Monterrey a través de su dinámica evolutiva sigue de manera general el mismo patrón en el comportamiento de la Reforma Agraria Venezolana a través de sus tres periodos característicos. Sin embargo, la existencia de un conjunto de factores de origen interno como externos ha incidido de manera fundamental para que los modelos organizativos representados por: el Centro Agrario, la Empresa Campesina Monterrey y la Empresa Agropecuaria Integral Valle Rey no se consolidaran tanto desde el punto de vista económico como organizacional generándose la descomposición interna del asentamiento arrastrando consigo una serie de conflictos que van desde el abandono, traspaso y venta de parcelas para dar solución habitacional tanto a la población asentada como a personas ajenas a él, cambiándose de manera progresiva el uso agrícola por un uso residencial lo cual transgrede lo pautado en la Ley de Reforma Agraria y lo normado en el Reglamento de Uso el cual orienta el desarrollo socioeconómico de la cuenca del Río Mucujún La Empresa Agropecuaria Integral Valle Rey reestructurada no se ajusta a la tipología de una Empresa Agraria según las características acogidas en la VI Reunión de Ejecutivos de Reforma Agraria efectuada en Panamá en el año 1970. Los socios que la integran no son sujetos de Reforma Agraria, ellos manejan un doble discurso que deja ver por un lado la existencia de una conciencia ecológica y por el otro lado están destruyendo la plantación de Pinos establecida por CONARE en el año 1976 con fines de conservación, lo que indica la falta de control del Instituto Agrario Nacional y el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables sobre el desenvolvimiento de esta empresa.