La (superada) concepción clásica de la soberanía externa invocada en las aberrantes sentencias 1309/2001 y 1942/2003 de la Sala Constitucional y su incompatibilidad con el orden supraconstitucional

Abstract

Mediante la aberrante sentencia Nº. 1309/2001, la Sala Constitucional inaugura un fraudulento método hermenéutico dirigido a desvalorizar la interpretación del derecho constitucional y supraconstitucional, al proscribir que “se acoja la primacía del orden jurídico internacional sobre el derecho nacional”, afirmación ésta que reivindicando la (superada) concepción clásica de la soberanía externa, daría lugar a un gradual, pero, persistente, proceso de falseamiento ideológico de la Constitución y del derecho supraconstitucional; que se vería agravado con otra aberrante sentencia, la Nº. 1942/2003, la cual, estableció que la jerarquía convencional “se refiere a sus normas, las cuales, al integrarse a la Constitución vigente, el único capaz de interpretarlas, con miras al Derecho Venezolano, es el juez constitucional, conforme al artículo 335 de la vigente Constitución”, criterio éste que desconoce abiertamente el carácter vinculante del derecho supraconstitucional, en clara violación de los compromisos internacionales de Venezuela.

With the aberrant verdict Nº. 1309/2001, the Constitutional Chamber inaugurates a fraudulent hermeneutical pathway aimed at ripping value out of the interpretation of constitutional and supra-constitutional law, by outlawing the principle of “the primacy of the international legal order over national law”, an assertion that vindicates the (outdated) classical conception of external sovereignty, but, persistent with the process of ideological falsification of the Constitution and of supra-constitutional law; that would be aggravated with other aberrant verdict Nº. 1942/2003, which established the conventional hierarchy “refers to its norms, which, when integrated into the current Constitution, the only one capable of interpreting them, with a view to Venezuelan Law, is the constitutional judge, in accordance with article 335 of the current Constitution” criteria that openly ignores the binding nature of supra-constitutional law, in clear violation of Venezuela’s international commitments.