Pormenores de la negociación bilateral entre Venezuela y Guyana para un arreglo práctico a la controversia territorial durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1979)
Resumen
A partir de la firma del Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966, Venezuela
consiguió el reconocimiento británico y guyanés frente a la Organización de Naciones
Unidas de que existe una controversia, independientemente de su carácter jurídico o
político, en torno a la soberanía territorial del vasto territorio al Oeste del río Esequibo:
la Guayana Esequiba. Sin embargo, mientras la postura británico – guyanesa ha reiterado desde entonces que la decisión arbitral que definió el límite entre los Estados Unidos de Venezuela y la colonia de la Guayana Británica (el Laudo de París) es perfecta e inapelable, Venezuela sostiene que el acuerdo alcanzado en 1966 implícitamente reconoce la necesidad de negociar soluciones mutuamente satisfactorias para el arreglo práctico y definitivo que pueda resarcir los efectos políticos y jurídicos que se derivaron de la usurpación británica al territorio venezolano en Guayana. Luego del vencimiento del periodo de cuatro años de labores en la que estuvo instalada la Comisión Mixta estipulada por el Acuerdo de Ginebra, Venezuela y Guyana acordaron la firma de un protocolo que prorrogó las negociaciones bilaterales por 12 años, con la intensión de promover el entendimiento y mejorar las relaciones diplomáticas entre ambos países. Este instrumento, conocido como el Protocolo de Puerto España, fue fuertemente criticado por supuestamente “congelar” la reclamación venezolana y anular los esfuerzos previamente realizados para la recuperación del territorio. No obstante, por el contrario, los pormenores en el periodo que estuvo en vigencia el Protocolo (entre 1970 y 1982) atestiguan los esfuerzos de ambos gobiernos por alcanzar un arreglo práctico, lo que implicó la necesidad de la negociación política como método para la resolución del diferendo, y revelan la disposición guyanesa de reconocer la soberanía venezolana en un espacio de 18.470 km2 y una amplia proyección marítima hacia el océano Atlántico en la Zona en Reclamación, a cambio de financiamiento y apoyo logístico en la construcción del Proyecto Hidroeléctrico del Alto Mazaruni. Since the signing of the Geneva Agreement in February 17th 1966, Venezuela
achieved British and Guyanese recognition in front of the United Nations Organization,
stating that there is a controversy; regardless of its legal or political nature, concerning
territorial sovereignty of the vast territory on the west side of the Essequibo River, known as: Guayana Esequiba (Essequibo’s Guiana). Nevertheless, while the British -
Guyanese position has reiterated since then that the arbitration decision that defined
the boundary between the United States of Venezuela and the colony of British Guiana
(the Paris Award) is perfect and unappealable, Venezuela argues that the agreement
reached in 1966 implicitly recognizes the need to negotiate mutually satisfactory solutions for the practical and definitive settlement that can compensate the political and legal effects that were derived from the political usurpation in the Venezuelan territory in Guiana. After the expiration of the four-year work period in which the Mixed Commission stipulated by the Geneva Agreement was installed, Venezuela and Guyana agreed on the signing of a protocol that extended the bilateral negotiations for 12 years, with the intention of promoting understanding and improvement of diplomatic relations between both countries. This instrument, known as the Protocol of Port of Spain, was strongly criticized for allegedly “freezing” the Venezuelan claim and invalidating the efforts that were previously made for the recovery of the territory. However, on the contrary, the details in the period in which the Protocol was in force (between 1970 and 1982), bear witness to the efforts of both governments to reach a practical arrangement, which recognized the need for political negotiation as a method for resolving the dispute, and reveal the Guyanese disposition to recognize Venezuelan sovereignty in a territory of 18,470 km2 and an extensive maritime projection towards the Atlantic Ocean within the Reclaimed Zone, in exchange for financing and logistic support in the construction of the Upper Mazaruni Hydroelectric Project.