Balance hídrico, sobrecarga de volumen y mortalidad en niños críticamente enfermos : estudio prospectivo de cohorte

Abstract

La resucitación hídrica de niños gravemente enfermos tiene como objetivo la estabilización de la función cardiovascular, lo cual habitualmente se logra con fluidoterapia e infusión de drogas inotrópicas y vasoactivas. La presencia de disfunción multiorgánica y el aumento de la mortalidad se asocia en este grupo de pacientes con un balance hídrico positivo así mismo un aporte insuficiente de fluidos parenterales en pacientes con shock séptico. Este es un estudio observacional de cohorte analítico de casos-control donde se determinó la asociación entre el balance hídrico y el volumen de fluidos administrados en los primeros siete días de hospitalización con la evolución de niños gravemente enfermos en una muestra de 160 pacientes que ingresaron en la UCEP y UCIP del IAHULA en el período de 1 de junio 2014 al 15 de junio de 2015. Resultados: La edad promedio fue de 53,8 meses 55% del sexo masculino, el 32% era menor de 1 año de edad. El motivo más común de admisión fueron las enfermedades infecciosas, 82,5% presentaron signos de shock a la admisión o durante la hospitalización; la presencia de comorbilidad, disfunción cardiovascular o respiratoria y puntuación en la escala PELOD al primero, tercero y séptimo día tuvieron asociación independiente con la mortalidad (p<0.05). Conclusiones: La aparición de disfunción respiratoria luego del tercer día de hospitalización, la presencia de comorbilidad y el balance hídrico promedio en los siete primeros días mayor de 20 ml/k/día, fueron factores independientes de riesgo de muerte. La presencia de disfunción cardíaca y un volumen promedio de fluidos administrados en los primeros siete días mayor de 100 ml/k/día fueron factores de riesgo independientes de disfunción respiratoria.

The water resuscitation of critically ill children aims to stabilize the cardiovascular function, which is usually achieved with fluid and infusion of inotropic and vasoactive drugs. The presence of multiple organ dysfunction and increased mortality is associated in this group of patients with a positive water balance, likewise insufficient parenteral fluid intake in patients with septic shock too. This is an observational analytical case-control cohort where the association between fluid balance and administered fluid volume in the first seven days of hospitalization with the evolution of seriously ill children, in a sample of 160 patients was that where admitted to the UCEP and PICU of IAHULA in the period 1 June 2014 to 15 June 2015. Results: The mean age was 53.8 months, 55% male, 32% were younger than 1 year old. The most common cause of admission were infectious diseases, 82.5% showed signs of shock at admission or during hospitalization; the presence of comorbidities, cardiovascular or respiratory dysfunction and PELOD scale score in the first, third and seventh day were independently associated with mortality (p <0.05). Conclusions: The occurrence of respiratory dysfunction after the third day of hospitalization, the presence of comorbidity and the average of water balance greater than 20 ml/kg/day in the first seven days were independent risk factors for death. The presence of cardiac dysfunction and an average volume of fluids administered during the first seven days over than 100 ml/kg/day were independent risk factors of respiratory dysfunction.